16 octubre, 2024

Los Chapitos vs. La Mayiza: ¿Cuánto tiempo duraron otras guerras del Cártel de Sinaloa?

En las últimas décadas el Cártel de Sinaloa se ha enfrascado en conflictos internos y con otros cárteles. (Foto: Infobae México)

El 9 de septiembre de 2024 es una fecha que dejará marcado al estado de Sinaloa y a todo México. Ese lunes la capital de Culiacán y sus municipios cercanos se paralizaron ante el “banderazo” de una nueva guerra protagonizada por dos facciones del Cártel de Sinaloa: Los Chapitos, comandada por los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán; y La Mayiza, al frente de Ismael Zambada Sicairos, alias Mayito Flaco e hijo de Ismael Zambada García.

Los enfrentamientos han sido una respuesta a la detención en Estados Unidos del Mayo Zambada, cofundador y uno de los líderes del Cártel de Sinaloa. Su captura, junto con Joaquín Guzmán López — hijo de El Chapo— ha provocado una pugna interna entre las facciones del cártel, pues se acusa a Los Chapitos de haber traicionado al veterano capo, haberlo secuestrado y llevado a la fuerza al país vecino para su arresto.

La tensa situación ha llevado a un despliegue de tropas federales en la región, con la participación del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, en un esfuerzo por controlar los disturbios.

La guerra por el poder del Cártel de Sinaloa, entre Los Chapitos y La Mayiza, estalló el 9 de septiembre. (Anayeli Tapia/Infobae)

Sin embargo, en las narrativas el presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y secretarios bajo su mando han insistido en que hay control de la situación, llamando a evitar alarmismos. No obstante, los muertos, heridos y secuestrados que han dejado los primeros días de conflicto en la capital y sus alrededores mantienen en alerta a los sinaloenses, que se niegan a creer ciegamente en los dichos de los políticos, acusando que se sienten abandonados en medio de la guerra.

La duración del conflicto sigue siendo incierta. Los enfrentamientos internos en los cárteles suelen ser prolongados y pueden variar en intensidad y duración, dependiendo de cómo se desarrollen las negociaciones y las alianzas dentro de las facciones en pugna.

México ha sido escenario de intensos conflictos entre cárteles del narcotráfico, que han marcado profundamente la historia del país en las últimas dos décadas. Estos enfrentamientos, a menudo violentos y devastadores, han tenido un impacto significativo en la seguridad y la estabilidad de diversas regiones. Estos son algunas pugnas que el Cártel de Sinaloa ha protagonizado.

Guerra contra los Beltrán Leyva (2008-2009)

La guerra con los Beltrán Leyva “finalizó” tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva. (Infobae)

La primera gran guerra de este grupo comenzó en 2008, cuando el Cártel de Sinaloa se vio envuelto en un conflicto interno tras la captura de Alfredo Beltrán Leyva, alias El Mochomo. La ruptura con los Beltrán Leyva, quienes formaban una facción importante dentro del cártel, desató una serie de enfrentamientos violentos en varias regiones.

El conflicto principal se intensificó hasta finales de 2009, con la muerte de Arturo Beltrán Leyva, alias El Barbas, en diciembre de ese año, lo que marcó el inicio del declive de la facción Beltrán Leyva. Aunque la violencia persistió, la guerra interna del Cártel de Sinaloa se puede considerar resuelta en gran medida para principios de la década de 2010.

Conflicto con el Cártel de Juárez (2008-2011)

La guerra entre el Cártel de Juárez y el Cártel de Sinaloa comenzó a principios de 2008 cuando los de Sinaloa lanzaron un ataque sorpresivo contra el Cártel de Juárez en Ciudad Juárez. Aprovechando su control sobre los corredores de tráfico de drogas, Sinaloa empezó a atacar los centros de distribución y refugios del Cártel de Juárez, empleando sicarios profesionales conocidos como “Gente Nueva”.

Amado Carrillo, ‘El Señor de los Cielos’, exlíder del Cártel de Juárez (Archivo Infobae)

El conflicto se intensificó rápidamente, con un aumento significativo en los homicidios y la violencia generalizada. Las áreas más pobres, donde operaban los centros de distribución de drogas, fueron las más afectadas, y el Cártel de Juárez recurrió al secuestro y la extorsión para financiar su lucha. Esta violencia también se extendió a zonas de clase media, enfrentando a los locales contra el cártel y facilitando la intervención de las autoridades.

La situación se agravó debido a la participación de numerosas pandillas y actores estatales corruptos en Juárez. La dinámica del poder se complicó aún más con el cambio constante en los “garantes”, es decir, la policía y los políticos locales, quienes fueron reemplazados o eliminados en medio del conflicto. El Cártel de Juárez perdió influencia a medida que estos garantes cambiaban y se alzaba la presencia del Cártel de Sinaloa.

A medida que el Cártel de Juárez se debilitaba, el Cártel de Sinaloa consolidaba su control, alineándose con elementos de la policía federal y el ejército. En 2011, la situación había cambiado drásticamente y los sinaloenses se establecieron como la facción dominante en Ciudad Juárez. Según un reporte de InSight Crime, el conflicto dejó un saldo devastador de aproximadamente 10 mil muertos en un período de cuatro años. Durante este conflicto también se intensificó la guerra contra Los Zetas.

Guerra con el CJNG (2013 – presente)

El 30 de enero de 2013, la captura de José Ángel Carrasco Coronel, alias “El Changel”, marcó el inicio de una sangrienta guerra entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El arresto de este personaje, un influyente sobrino de Ignacio “Nacho” Coronel, precursor de la alianza entre ambos cárteles, desencadenó un reacomodo territorial que tuvo como escenario principal los estados de Nayarit, Michoacán y Zacatecas.

Antes de convertirse en enemigos, los dos cárteles habían cooperado estrechamente. CJNG, inicialmente conocido como Los Mata Zetas, funcionaba como el brazo armado del Cártel de Sinaloa. No obstante, todo cambió en julio de 2010 cuando Ignacio “Nacho” Coronel fue asesinado. A pesar del golpe, la colaboración se mantuvo activa hasta 2013, cuando CJNG decidió independizarse y se estableció como una de las organizaciones más poderosas del país.

La guerra entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa es incluso global. Imagen: Infobae México

La detención de “El Changel”, según el coronel Daniel Velasco Ramírez, comandante de la V Región Militar, fue el detonante de una ola de violencia entre el reacomodo por el control de las plazas, que se mezcló también con otros factores. La región de Jalisco se convirtió en el epicentro de la disputa, con casi todos los cárteles del país convergiendo en el estado. Sin embargo, la pugna más intensa se libraba entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa.

La guerra entre Cártel de Sinaloa y CJNG continúa siendo uno de los conflictos más sangrientos en la historia reciente de México, con consecuencias devastadoras para regiones enteras y que ha reconfigurado el mapa del narcotráfico en el país. Un claro ejemplo de su última escalada de violencia es Chiapas.

Conflicto interno con la familia de Dámaso López (2017)

Dámaso López Núñez y su hijo Dámaso López Serrano. (Archivo Infobae)

Después de la extradición de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2017 a Estados Unidos, el Cártel de Sinaloa enfrentó una nueva guerra interna. Los Chapitos, hijos de “El Chapo”, se enfrentaron a la familia de Dámaso López, con Dámaso López Núñez y su hijo Dámaso López Serrano intentando desafiar a Los Chapitos por el control del cártel.

El conflicto se intensificó rápidamente, pero la captura de Dámaso López Núñez en mayo de 2017 y la entrega de “El Mini Lic” en julio de 2017 llevaron al colapso de esta facción de los licenciados. Para principios de 2018, Los Chapitos y su aliado, Ismael “El Mayo” Zambada, habían consolidado el control sobre el cártel.

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