Las últimas órdenes de evacuación dictadas por el Ejército israelí para varias zonas de la Franja de Gaza han provocado que el propio personal de la ONU se esté quedando sin “espacios seguros”, en “un momento que no podría ser peor”, dado el inminente inicio de una campaña de vacunación masiva contra la polio.
Así lo ha advertido el secretario general adjunto de Naciones Unidas para temas de seguridad, Gilles Michaud, que ha insistido en el compromiso de la organización con la población gazatí y al mismo tiempo ha reconocido que hay cosas que escapan de su “control”.
“Las órdenes de evacuación masiva son las últimas de una larga lista de amenazas intolerables para la ONU y el personal humanitario”, ha dicho, en un comunicado en el que ha puesto como ejemplo las evacuaciones dictadas el fin de semana sobre Deir el Balá y que obligaron en cuestión de “pocas horas” a 200 trabajadores de Naciones Unidas a abandonar sus oficinas y sus casas.
Michaud ha señalado que las directrices israelíes afectan “gravemente” a la capacidad de la ONU para seguir prestando ayuda y ha recordado que corresponde a las partes en conflicto garantizar que este trabajo sigue adelante, tal como dicta el Derecho Internacional.
“Las mujeres y los hombres que arriesgan sus vidas para entregar ayuda humanitaria necesitan un lugar seguro y constante en el que trabajar”, ha remachado.
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