Este simple acto esconde peligros para millones de usuarios de dispositivos móviles. (Foto: Freepik)
Los ciberataques continúan en aumento, siendo las llamadas telefónicas de números desconocidos una de las principales amenazas que presentan los usuarios, que pueden terminar en fraudes o robos de cuentas bancarias.
Autoridades como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en España ha lanzado una nueva alerta, advirtiendo sobre los peligros que implica responder de manera desprevenida a llamadas telefónicas.
Según la OCU, una simple palabra pronunciada al atender el teléfono puede ser suficiente para que los ciberdelincuentes lleven a cabo una suplantación de identidad o cometan fraudes a gran escala.
Cómo estafan a través de llamadas telefónicas
Delincuentes aprovechan el desconocimiento de estos métodos de ataque. (Foto: Freepik)
Durante mucho tiempo, la opinión común ha sido que para ser víctima de una estafa telefónica era necesario proporcionar información sensible, como números de cuenta bancaria, contraseñas o documentos de identidad. Sin embargo, la realidad ha demostrado ser mucho más compleja.
Actualmente los estafadores han desarrollado técnicas que les permiten obtener beneficios ilícitos con tan solo una palabra: un “hola”, un “dígame” o incluso un simple “¿sí?”, puede ser suficiente para desencadenar una cadena de eventos perjudiciales para el consumidor.
La OCU ha explicado que estos delincuentes graban las respuestas de sus víctimas y las utilizan para simular su consentimiento en una variedad de operaciones fraudulentas.
Estas operaciones pueden incluir la activación de servicios no solicitados o el acceso a información bancaria que, de otro modo, estaría protegida. Lo más inquietante es que, en muchos casos, las víctimas no se dan cuenta del peligro hasta que es demasiado tarde.
Por qué una palabra puede ocasionar que seas víctima de ciberestafas
Las cuentas bancarias son las que más están en riesgo al contestar la llamada de un desconocido. (Foto: Freepik)
Lo que hace que estas estafas sean especialmente insidiosas es la sencillez con la que pueden ejecutarse. El solo hecho de responder al teléfono, una acción cotidiana para la mayoría de las personas, puede proporcionar a los ciberdelincuentes las herramientas necesarias para cometer fraudes.
Este tipo de ataque no requiere que la víctima divulgue voluntariamente información sensible; los delincuentes pueden utilizar una grabación de su voz para completar transacciones que normalmente requerirían una confirmación verbal.
Las técnicas que utilizan estos estafadores son sofisticadas y están diseñadas para explotar la confianza y la inexperiencia de los usuarios. Las víctimas pueden ser jóvenes o personas mayores, todos son susceptibles de caer en estas trampas.
La OCU ha enfatizado la importancia de ser extremadamente cautelosos al contestar llamadas de números desconocidos o no identificados, y de evitar respuestas que puedan ser fácilmente manipuladas para fines fraudulentos.
Cómo evitar ser estafado por medio de una llamada de teléfono
Es importante abstenerse de contestar llamadas sospechosas. (Foto: Freepik)
En respuesta a esta creciente amenaza, la OCU y otras organizaciones han intensificado sus campañas de concienciación para educar al público sobre las prácticas seguras al contestar llamadas telefónicas.
Las recomendaciones incluyen el uso de respuestas neutras, que no puedan ser interpretadas como un consentimiento, así como la verificación rigurosa de la identidad del interlocutor antes de proporcionar cualquier tipo de información personal o sensible.
Además, se aconseja a los consumidores que, en caso de duda, no respondan la llamada o, si ya lo han hecho, eviten continuar la conversación si no están seguros de quién está en la otra línea.
Es preferible colgar y buscar la verificación a través de otros medios, como el contacto directo con la entidad supuestamente emisora de la llamada.
Qué consecuencias tiene atender una llamada telefónica de un desconocido
Grandes sumas de dinero pueden ser robadas al no tomar precauciones. (Foto: Shutterstock)
Las consecuencias de caer en este tipo de estafas pueden ser graves y variadas. Desde la inscripción en servicios no solicitados, que pueden generar cargos recurrentes en las cuentas bancarias, hasta la pérdida de acceso a información financiera privada, las ramificaciones son extensas y preocupantes.
En muchos casos, los consumidores afectados se ven obligados a invertir tiempo y recursos significativos para revertir los daños y recuperar su seguridad financiera. Esto refleja la urgencia de que los consumidores adopten medidas preventivas y estén siempre alerta ante posibles intentos de estafa.
La confianza en que solo la información más sensible puede ser utilizada en contra de los usuarios es una noción del pasado; ahora, incluso la interacción más mínima puede ser explotada.
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