Los bomberos turcos han dado por controlado en las últimas el incendio declarado a las afueras de la ciudad de Esmirna, uno de los más peligrosos de la treintena que permanecen activos y que han dejado al menos una veintena de heridos durante los últimos días.
El ministro de Agricultura, Ibrahim Yumakli, ha aplaudido la labor de los efectivos de la lucha contra las llamas, que han conseguido proteger las zonas residenciales de Karsiyaka, una de las poblaciones más amenazadas por las llamas en esta región costera.
El incendio de Esmirna había consumido además 1.600 hectáreas y provocado daños en una veintena de viviendas.
Mientras tanto, en el distrito de Urla de la provincia de Esmirna, otro incendio forestal se desató a última hora de la noche del sábado y forzó la evacuación de un recinto turístico, según ha declarado el gobernador provincial Süleyman Elban, a la agencia de noticias Anatolia.
El Ministerio del Interior ha confirmado por su parte que siete personas han sido detenidas y dos arrestadas bajo sospecha de ser responsables de algunos de los incendios.
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